Los índices de accidentes en Argentina, tanto en las rutas como en las calles, produjeron un total de 7613 muertes en el año 2014, con un promedio mensual de 634 víctimas fatales, lo que es un terrible número. Las estadísticas también reflejan que las maniobras imprudentes por parte de los conductores, junto con el exceso de velocidad, son las principales causas de accidentes en nuestro país.
Las obras de mejora en la infraestructura, en cuanto a la construcción de autopistas, autovías y la repavimentación de muchas rutas, es, sin dudas, un paso adelante para evitar accidentes fatales en las carreteras argentinas. Sin embargo, la única solución posible y efectiva a este flagelo es la educación vial de los conductores, ya que estos son los únicos responsables de poner fin a tantos siniestros viales. Uno de los mejores elementos para conocer si un conductor es apto para estar al frente del volante, ya sea de un auto particular, y con más razón ser chofer en el transporte de pasajeros de todo tipo, como taxis, ómnibus, transportes escolares, camiones, vans, entre otros, ya que también dependen las vidas de otras personas.
Los factores que se toman en cuenta al momento de la evaluación de práctica conductiva en Argentina son los siguientes:
- Sentarse correctamente, teniendo en cuenta la utilización de cinturón de seguridad, la correcta visión de los espejos retrovisores y el apoyacabeza.
- Conocer y manejar los mandos del coche de manera rápida y segura.
- Dominar al cien por cien los movimientos automáticos que se requieren para conducir un vehículo, como por ejemplo, los cambios de marcha, entre otros.
- Aplicar las reglas de seguridad al realizar desplazamientos como el sobrepaso de vehículos o cambios de carril.
- Aplicar las normas de tránsito y las reglas de seguridad al momento de realizar paradas en cualquier vía.
- Estacionar de manera correcta en distintas situaciones.
- Conocer y aplicar las reglas de seguridad al momento de cruzar intersecciones.
- Conocer y poner en práctica las normas de seguridad con respecto a la realización de giros y marcha atrás.
- Hacer un correcto uso de los carriles en rutas y autopistas. Conociendo las velocidades permitidas en cada uno de ellos.
- Conocer las reglas y los distintos comportamientos que se necesitan para circular durante la noche y en circunstancias climatológicas adversas, como lluvia, nieve, niebla, entre otros.
- Saber leer los indicadores del vehículo.
- Conocer las señales y normas de tránsito.
La evaluación de los conductores y su capacidad teórico-práctica para estar al frente del volante de un vehículo debe ser periódica y con revisiones en el campo. Es la única forma de disminuir notablemente los accidentes y concientizar que lo principal es llegar sanos y salvos al destino. La seguridad vial ante todo.